no seas romántico, no me
conquistes, no gastes tiempo con detalles
absurdos. Si no buscas tener algo serio, me
parece estupendo. Sólo ven a mí con tus
verdaderas intenciones: con una sonrisa, un
qué tal y un pasemos la noche, a mí me
basta. ¿Y sabes? Todo iría mejor porque no
jugaríamos a la princesa y el príncipe, no
tendríamos que montar el teatro de
siempre, luego iríamos con las cosas claras,
nada de preguntas tontas, ni imaginaciones
distorsionadas, ni fantasías, tu y yo,
seríamos, mágico instante, no lo dudo; pero
aquí está la diferencia, cada cosa que
hagamos sería de forma consciente, sin
expectativas, sin limitaciones, y punto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario